Seguramente a muchas personas les invade cierto temor al escuchar o leer sobre los tiburones caminantes. Ya los escualos generan bastante terror entre aquellos que entran a nadar al mar. Conocer que algunos de ellos avanzan ‘sobre sus pies’ puede resultar perturbador. En verdad, no hay nada que temer, se trata de pequeños especímenes que no representan ningún peligro para los humanos. Lamentablemente, no puede decirse lo mismo en sentido contrario.
El flamante descubrimiento de estos tiburones supone varias paradojas en el interior de las ciencias naturales. Por una parte, aun cuando se estima que cerca del 90% de las especies marinas no han sido identificadas, la creencia común apunta que ‘lo desconocido’ vive en las profundidades. Este no es el caso. Viven en la superficie, sobre rocas y arrecifes.
Del mismo modo, el hecho de que los tiburones evolucionan de forma extremadamente lenta es otra idea bastante extendidas. No solo adentro de los ámbitos académicos y científicos, asimismo entre el público no especializado. Estos caminantes también llegaron para cuestionar este planteamiento. En términos evolutivos son una especie muy joven: ‘casi nada’ dos millones de años.
Capacidad de adaptación
La capacidad de adaptación mostrada por los tiburones caminantes es lo que más ha llamado la atención entre los investigadores. Considerando encima que descienden de una especie que, como grupo, es bastante longeva. (Unos 400 millones de años. Los primeros dinosaurios se estima que no aparecieron hasta hace 270 millones de años). Pero más allá de la edad, en todo este tiempo los escualos se han mantenido prácticamente iguales.
Poco a poco, hicieron su aparición los también llamados Epaulettes. Título que recibieron por las semejanzas que hay entre las manchas de su cuerpo y las vestimentas militares. No solo han evolucionado considerablemente (más allá del nombre, no guardan muchas semejanzas aparentes con sus antepasados), asimismo lo hicieron muy rápido.
Dónde están los tiburones caminantes
Las nueve especies de los tiburones caminantes están muy focalizadas en Nueva Guinea y algunas zonas de Indonesia y Australia. Viven sobre arrecifes de coral. Por lo general todo su ciclo vital lo cumplen en la misma formación rocosa donde su mamá colocó los huevos y nacieron.
Los tiburones caminantes se alimentan de cangrejos, calamares y pequeños peces. Uno de los aspectos que más llama la atención es verlos caminar sobre las piedras cuando el mar se calma. Esta ventaja evolutiva la aprovechan para capturar todas las presas que quedan fuera del agua.
Aun cuando está catalogada como una especie vulnerable, pero no en un nivel crítico, no hay datos sólidos sobre su real estado de conservación. La pesca indiscriminada y la captura para ser criados en acuarios suponen los más grandes peligros que deben confrontar.
