Umberto Saba, gatos, perros y poesía

Recientemente han sido descubiertos diez folletos inéditos de Umberto Saba (1883-1957) que contiene poemas que en realidad, ligeramente modificados, fueron publicados en su Cancionerosexcepto uno que era totalmente desconocido. Los diez folletos están expuestos en Milán y son especiales porque son textos paginados a mano, con ilustraciones dibujadas directamente en las páginas.

Entre poemas de umberto saba encontramos algunos dedicados a los animales. El dedicado a la cabra es célebre y se convierte en símbolo del dolor del mundo.

en poesía El gato, Umberto Saba nos habla de una gatita enamorada: la gatita enamorada es un poco como una muchacha enamorada, según el poeta: todos dicen que está loca (los gatos enamorados parecen extraños, casi poseídos por una fuerza superior), pero al final de los relatos ella simplemente está enamorada de un simpático gato grande. Lo mismo para nosotros los humanos: ¿locos? ¡Mano! ¡Somos solo niños!

Umberto Saba – El gato

Tu gatito se ha vuelto delgado.
Otro mal es su mas amor:
mal que la consagras a tu cuidado.

¿No sientes una ternura de corazón?
No lo sientes vibrar como un corazón
bajo tu caricia?

A mis ojos es perfecto
como tu este gato salvaje tuyo,
pero como tu chica
y enamorada, que siempre buscabas,
que sin paz aquí y allá vagabas,
que todos decían: «Está loca».
Es como tu niña.

Umberto Saba – A mi mujer

en poesía Para mi esposa, Umberto Saba (1883-1957), rompe esquemas tradicionales y compara a su mujer con animales comunes, realzando así su belleza. Con un lenguaje sencillo, Umberto Saba nos dice que su esposa nos ayuda a ver a Dios más de cerca, como sucede cuando nos detenemos a mirar con ojos claros el amor a los animales.

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Siguiendo el verso en el que Umberto Saba compara a su esposa Lina con un perro y también el video con el poema completo recitado por Enrico Ciccarelli.

Para mi esposa

eres como un largo
perra, que siempre tanto
dulzura tiene en sus ojos,
y ferocidad en el corazón.
A tus pies un santo
parece, que de un fervor
quemaduras indomables,
y asi te afecta
como su Dios y Señor.
Cuando esté en casa o de viaje
sigue, a los que solo intentan
acércate, los dientes
candidissimi descubre.
Y su amor sufre
de los celos

Foto | Eva Prokop