Existen gatos a los que les gusta cambiar de lugar donde duermen. Tal vez duermen durante algunas semanas o meses seguidos en un lugar, luego de la nada deciden dormir en otro y nunca regresan al anterior, incluso si está limpio y tranquilo. En realidad el gato no es caprichoso, pero hay motivos concretos que le empujan a adoptar este sistema. Veamos cuáles son.
A los gatos les encanta cambiar de cama
Cambiar dónde dormir es un instinto natural de un gato. Deriva de la de gato salvaje: cambian constantemente de guarida para protegerse. Con el paso del tiempo, de hecho, los lugares donde duermen toman su olor, lo que permite que los depredadores los rastreen mientras están más vulnerables, es decir, cuando duermen o descansan.
Los gatos domésticos también mantuvieron este comportamiento. Es cierto, en casa no deben ser atacados por depredadores, pero para ellos es un comportamiento innato. Lo que explica por qué después de semanas de dormir sobre esas sábanas limpias en el armario, de la nada deciden irse a dormir sobre esa pila de ropa que dejan imprudentemente sobre una silla.
Otro motivo que hace que un gato cambie de perrera es la temperatura ambiental. Cuando hace frío, los gatos buscan un lugar cálido y acogedor: se meten debajo de las sábanas o se acuestan en tu regazo cuando estás sentado. Y ay de moverlos de allí. Cuando hace calor, buscarán lugares más frescos, como el lavabo o la bañera.
También un dolor súbito puede hacer que un gato cambie de lugar. Los gatos mayores que sufren de osteoartritis, si se despiertan repentinamente de una punzada de dolor, culpan del dolor al lugar donde duermen y luego se van a buscar un nuevo lugar. En el caso de que hubiera más gatos conviviendo, sin embargo, también hay que respetar un discurso jerárquico: el gato dominante elegirá dónde dormir primero y todos los demás se adaptarán.
¿Cuántas casetas debe tener un gato?
No se trata de cuántas perreras colocar para un gato, se trata de cuántos lugares elegirá el gato como guarida para dormir. Deja en silencio un par de clásicos tirados por ahí. perreras para el gato, elige lugares cálidos o frescos según la temporada, en zonas tranquilas de la casa. Pero notarás que el gato agregará otros lugares de tu agrado: armarios abiertos, cualquier pila de ropa o ropa limpia que encuentres tirada, toda tu cama (no subestimes la capacidad de esos 5 kilos de gato para ocupar una cama de matrimonio), tus piernas, el sillón favorito o incluso el musgo del pesebre (el que más le gusta).
Esta información en ningún caso reemplaza una visita veterinaria. Le recordamos que Petsblog no proporciona nombres y/o dosis de medicamentos bajo ninguna circunstancia y por ningún motivo.
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