¿Tu gato ya no es un niño y está engordando o adelgazando demasiado? Averigüemos cuándo y por qué estos cambios de peso están relacionados con la edad.


La salud de los gatos mayores, causas del aumento y la pérdida de peso

Un gato doméstico puede vivir hasta 18 años. Podemos definir a nuestro gato senior en torno a los 13 años. Pero estos son solo fríos cálculos matemáticos porque en realidad las condiciones psicofísicas del gato cambian en base a muchas variables. Por este motivo, a partir de los 13 años o incluso más, el gato puede parecer que está en plena forma, o por el contrario puede parecer que ya está antiguo a los 10 años Una de las consecuencias más obvias del avance de la edad es la variación de peso.

Sin embargo, esta variación no siempre está relacionada con el envejecimiento normal. Sobre todo si es súbito, tanto creciente como decreciente, y asociado a otros síntomas como los vómitos, puede deberse a alguna enfermedad o reacción a fármacos, por lo que es bueno llevar al gato al veterinario. Problemas aún más graves que provocan una pérdida de peso repentina son las enfermedades infecciosas (FIV/FeLV/FIP), los tumores, la insuficiencia renal y la pancreatitis. El caso de la pérdida o ganancia gradual de peso es diferente.

Pero, ¿por qué los gatos engordan? Queriendo ceñirnos a las causas simples relacionadas con el envejecimiento, es posible explicar este fenómeno con la ralentización del metabolismo. LA gatos mayores de hecho ya no tienen que crecer ni jugar, por lo que su metabolismo se ralentiza y ya no necesitan toda la comida que les daban en años anteriores. Un propietario puede notar este cambio cuando nota que el gato ha adoptado un estilo de vida más sedentario. Además, en este caso existe el riesgo de que la obesidad favorezca una enfermedad bastante común en la vejez como es la artritis. Por este motivo es recomendable consultar al veterinario para estudiar posibles cambios en la dieta (existen líneas de alimentación específicas para gatos mayores) y buscar la manera de que el gato sea lo más activo posible.

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Las razones de la pérdida de peso en el gato en cambio pueden ser más preocupantes. De hecho, pueden surgir algunas patologías relacionadas con la edad, como problemas con los dientes y las encías, artritis que afecta al cuello o una reducción del sentido del olfato y del gusto. Una o varias de estas molestias pueden llevar al gato a reducir la cantidad de comida que ingiere, o a no comerla en absoluto, provocando así que pierda peso. También en este caso es bueno llevarlo al veterinario quien identificará la causa del problema y buscará soluciones. Entre estos: dale comidas más pequeñas pero varias veces al día, recalienta ligeramente la comida o usa tazones más bajos para no forzar su cuello.

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