los glándulas perianales son múltiples glándulas microscópicas, ubicadas alrededor de la región anal y, a menudo, influenciadas por las hormonas sexuales. los glándulas paranales o sacos paranales son dos voluminosas glándulas colocadas a los lados del ano: su conducto se abre inmediatamente a la entrada del ano y se vacían automáticamente al pasar las heces. Pero no siempre es así.
Para qué son
Las glándulas paranales de perros y gatos están llenas de una olor acre secretado… De acuerdo, nauseabundo, una vez que lo hayas escuchado por primera vez, nunca lo olvidarás. Como decíamos, esta glándula está formada por un cuerpo glandular y un conducto que sale inmediatamente por dentro del ano. Normalmente, el paso de las heces es suficiente para aplastar automáticamente estas glándulas y liberar la secreción.
Un secreto que en parte contribuye a dar el olor a las heces, pero que para el perro y el gato también tiene una función territorial específica: sirve de hecho para marcar el territorio. Esto explica por qué los animales están extremadamente interesados en oler los excrementos de otras personas.
También no olvides que estas glándulas se aprietan cuando el perro o el gato están asustados o excitados: también es una forma de advertir a otros animales de una situación potencialmente peligrosa.
Enfermedades de los sacos paranales
También las glándulas paranales pueden estar sujetas a diversas patologías:
- dificultad para vaciar: especialmente en perros pequeños, ya sea por un conducto muy estrecho, o por una secreción demasiado densa, se dificulta el vaciamiento de las glándulas paranales. Aquí pues se hinchan, el perro siente molestias y empieza a restregar su trasero en el suelo, se dice en la jerga que ‘hacer la carretilla’. Este es un intento del perro de vaciarlos.
- infección: al estar conectado directamente con el recto, es fácil que las bacterias se eleven del conducto y vayan a colonizar la glándula. He aquí pues un verdadero absceso, muy doloroso. El perro intenta lamerse, está nervioso, molesto, por el dolor también se niega a defecar. En realidad el absceso se puede ver a simple vista, lo ves como una hinchazón roja, dolorosa y cálida al lado del ano. Cuando se fistuliza, es decir, se rompe, sale del absceso pus mezclado con sangre/sueropero el perro también tiene un alivio inmediato del dolor. En algunos casos, también puede tener fiebre.
- tumores: no son muy frecuentes, pero también hay formas de adenocarcinoma de los sacos paranalesgeneralmente estos son tumores malignos (a diferencia de los tumores de las glándulas perianales que a menudo son benignos, incluso si regresan)
Qué hacer
¿Cómo debe tratar el dueño con estas glándulas paranales? Así que, personalmente no creo que cada vez que el veterinario ve al perro tenga que vaciarle las glándulas: es un poco como el habla de nuestros granitos, cuanto más los aprietas, más se inflaman. Deben vaciarse cuando el perro lleve dos días en la carretilla y no pueden vaciarlos por sí mismos. Comúnmente, si no hay problemas particulares, las glándulas se apretarán manualmente, haciendo que la secreción se escape. Si esto parece infectado, probablemente también le recetarán un antibiótico.
Si la secreción es muy espesa y las glándulas no se pueden vaciar manualmente, el perro estará ligeramente sedado y las glándulas irrigadas, en un intento de ablandar la secreción y hacerla salir. En caso de absceso, se proporcionará la terapia antibiótica adecuada con lavado del absceso, pero en caso de recaídas demasiado frecuentes también se podría proponercirugía de saculectomíaes decir, la extirpación de las glándulas, que no es una operación fácil porque por esa zona pasan varios nervios importantes y su lesión accidental podría tener consecuencias desagradables.
La doctora veterinaria Manuela con gusto responderá tus comentarios o preguntas que quieras hacerle directamente por correo electrónico o en la Página de Facebook de Petsblog. Esta información en ningún caso reemplaza una visita veterinaria.
Foto | Juana Bourne