Me gustan los suecos, porque en sus tiendas de muebles los animales acompañan a los dueños sentados en el carro y los niños están confinados en una especie de guardería. Puede parecer un eufemismo que admiro a una nación modelo por esto en muchos sectores, empezando por la hospitalidad y el asilo que se brindó a tantos refugiados durante la Segunda Guerra, pero cada uno saca agua en su molino (y sé que debo mencionar Ingmar Bergmann como aporte al cine mundial, antes de que mi hermana me llame por teléfono para quejarse de la ilustre ausencia del puesto).
Hecha esta introducción, paso al tema que trataré hoy: los gatos de santa lucia. No se trata de felinos de verdad, sino de dulces de azafrán, brioches suaves con los que los suecos desayunan hoy. Asociar al santo patrón de los ojos con los ojos más famosos del mundo animal se da casi por hecho. Estaba convencido de que estos dulces eran la enésima celebración de la belleza de los gatos, pero había subestimado la antipatía que cierto cristianismo tenía hacia mis protegidos.
Según la leyenda, de hecho, en este día el diablo en forma de gato solía asustar a los niños. Jesús, entonces, repartió dulces que, gracias al azafrán, podían brillar en la oscuridad y poner en fuga al diabólico gatito. Pero qué bonitas, las leyendas del siglo XVII… Hubiera sido mejor que los niños hubieran seguido alejándose de los gatos. Algunos niños, al menos.
Ya sé que, a pesar de todas mis buenas intenciones, difícilmente me pondré a preparar postres. Si alguno de nuestros lectores quiere probar suerte o ya lo ha hecho, estamos esperando reseñas culinarias en lussekatter. Sin embargo, debo decir que me atraen mucho: aunque sin duda tienen un sabor diferente, me recuerdan a nuestro zeppole de San Giuseppe. Este dulce de Campania, que se prepara a principios de primavera, era el postre favorito de uno de nuestros gatos, que podía olerlo en un paquete de bollería aún cerrado. El brillante gato hizo un corte quirúrgico en el papel y sacó sólo la zeppola, mordisqueando con gusto. Creo que el veterinario habría desaprobado esta dieta.
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