¿Qué pasa si un día los gatos y los perros se apoderan de la raza humana y comienzan a mantenernos atados y vestirnos con forma de animales? Esta es la esperanza de los detractores de los diversos accesorios (abrigos, sombreros, trajes de baño, joyas, pendientes) que los dueños jóvenes y mayores utilizan felizmente, podríamos decir a veces con cierta ligereza, para adornar a sus mascotas.
Normalmente la polémica se desata en torno a las llamadas fiestas controladas (Navidad, Semana Santa) y todas las comerciales como San Valentín, Carnaval, Halloween. Son tiempos en los que es mucho más fácil de lo normal encontrar fotografías y videos en línea que retratan a perros y gatos con disfraces divertidos o llenos de corazones románticos.
El resto de días del año hay mucho donde elegir: trajes de baño, trajes de gala, trajes de novio y de boda, complementos coordinados, colecciones de diseño como Fix design para mascotas. ¿Cuáles son los pros y los contras de este tipo de elección?
El primer pensamiento es que básicamente no tiene nada de malo. Si el vestido o accesorio no impide al perro sus movimientos normales y no le causa ningún tipo de daño, entonces no hay problema. Seguro que no será un tutú lo que desencadene una crisis de identidad en un pug o un chihuahua. Y si el perro mencionado anteriormente fue adoptado después de un período de privaciones o abusos, seguramente este no será uno de los momentos más difíciles de su vida.
Por otro lado, algunos lectores asocian el deseo de tratar a perros y gatos como si fueran personas. Después de todo, no tenemos ganas de obligar ni siquiera a nuestros hijos si no quieren disfrazarse de máscara, entonces, ¿por qué hacerlo con nuestros animales?
El riesgo es que a fuerza de comprar vestidos y collares, incluso nuestro comportamiento hacia los animales cambie, si no ha ocurrido ya, y humanizarlos es una mala elección. Un animal tratado como humano eventualmente se comporta como un humano e incluso puede volverse agresivo, peligroso.
Dicho esto, creo que la solución siempre está en el medio y que con un poco de sentido común podemos salvaguardar la dignidad de los animales y aprender a no tomarnos demasiado en serio. Claro, claro que quieres saber cómo pienso: nunca vestiría a mi gato oa mi perro, nunca he comprado complementos extraños. También porque mi gato-bestia reaccionaría exactamente como reacciono yo cuando me quieren obligar a hacer algo que no me pertenece: araña y muerde.
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